viernes, 24 de julio de 2015

Luis Buñuel, el eterno surrealista.

Toda vanguardia nace para morir. La vanguardia es novedad y toda novedad una vez conocida y establecida deja de serlo. Así muere.
A comienzos del siglo XX surgen las primeras vanguardias históricas en el arte plástico. En 1924 nace, oficialmente, el Surrealismo. André Bretón encabeza este movimiento junto a pintores y poetas, el grupo tiene como bandera lo onírico y lo irracional.
En el año 1929, Salvador Dalí (uno de los surrealistas más famosos) colabora con su amigo  Luis Buñuel en lo que sería la primer filmación de éste; juntos realizan “El perro andaluz”, uno de los primeros cortos surrealistas. Éste es el comienzo de una larga historia cinematográfica, el comienzo de una rica filmografía de más de 30 películas, de más de 30 excusas para alargar la corta vida del Surrealismo. Es el comienzo del gran cine de Luis Buñuel.

Si bien hizo cine en algunos de los países más importantes para el arte como España, México y Francia y dirigió a grandes actores de cine como Jeanne Moreau, Francisco Rabal, Catherine Deneuve y Fernando Rey, Buñuel nunca abandonó la impronta surrealista. Siempre trabajó libremente sin pensar en la razón o la lógica. Hasta en su etapa más comercial (las películas melodramáticas realizadas durante su exilio en México) logró inmiscuir sus escenas surrealistas, sus deliciosas locuras “buñuelescas” como insectos y cerdos, transformando así al melodrama en una brillante joya del cine.
Visiones, vírgenes, sueños, pesadillas, sublimaciones: un bebé cerdo, una madre virgen, una cajita musical asesina y un Cristo que se ríe del pecador forman parte del inventario de Buñuel.
Su eterno vaivén entre el temor y la adoración a la religión, su fascinación por los insectos y el poder de lo irracional están presentes, a veces fugazmente otras de manera imperante, en todas sus películas.
“La memoria es invadida constantemente por la imaginación y el ensueño y, puesto que existe la tentación de creer en la realidad de lo imaginario, acabamos por hacer una verdad de nuestra mentira”1 afirma Luis Buñuel. Él logró como pocos directores crear su propio estilo, su propia iconografía y así, su propia historia. Es considerado no sólo uno de los directores más importantes del cine sino también de los más creativos y originales. Buñuel tuvo la creatividad suficiente para alargar la vida de algo que, irremediablemente, había nacido para morir. Extendió durante todo un siglo (nació en 1900 y murió en 1983) aquello destinado a morir rápidamente, el Surrealismo.

Manuela Rímoli.

1Buñuel, Luis (2008) “Mi último suspiro”. España. Editorial DEBOLSILLO.

Algunas películas de Luis Buñuel: “El perro andaluz” (1929), “Los olvidados” (1950), “Subida al cielo” (1951), “Él” (1952), “Ensayo de un crimen” (1955), “Viridiana” (1961), “El ángel exterminador” (1962), “El discreto encanto de la burguesía” (1972) y “Este oscuro objeto de deseo” (1977).

Algunos pintores surrealistas: Joan Miró, Salvador  Dalí, René Magritte y Max Ernst.

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