domingo, 25 de junio de 2017

Rebeldía, cuando la música revela.


Al asistir a un concierto con obras de Pierre Boulez (Francia, 1925- Alemania, 2016) los sentidos se intensifican y se recuerda que las orejas no tienen párpados*. Oyendo composiciones como Sonata para piano n°1 (1946) y Le marteau sans maître (1955) se compone a su vez un entramado intenso y sutil de sonidos que lejos de la incoherencia o el desorden dejan en los oídos una sensación definida, nacida de la exploración.

Los dos movimientos de la sonata, interpretados con una precisión admirable por el pianista finlandés Pauli Jämsä, tienen la belleza de lo breve que da lugar a la segunda obra del concierto, una composición para mezzosoprano y seis instrumentos. Dirigido por Juan Martín Miceli el ensamble logra el hechizo típico de la música aleatoria donde todo parece ser posible pero no todo lo posible es. Le marteau… con sus glissandos y notas que deben ser cantadas con boca cerrada como también los momentos de fonación híbridos, pendulantes entre habla y canto son un desafío vocal que Merckx, aunque con voz ahogada, logra superar gracias a su elegante técnica. El diálogo entre la flauta, ejecutada con un refinado estilo por Alessandro Baticci, y la voz conmueve, como también el trabajo de los percusionistas (se destaca Bruno Lo Bianco) que evidencia la función grupal fundamental en todo ensamble. Por su parte y con pocas notas, a lo largo de los 9 movimientos, la guitarra parece anudar las partes del entramado sonoro.


La selección para el Concierto III del ciclo organizado por el CETC es más que acertada ya que cada obra representa una etapa particular del compositor. Sonata… es uno de sus primeros trabajos bajo la estética del serialismo y Le marteau… una composición más libre de estructuras, con textos de poemas de René Char. Remarca la coherencia y la firme trama bouleziana la instalación Hotel Claridge 1954 de Sebastián Rivas, con realización de Federico Ransenberg, ligada a la música automática que rememora la relación epistolar entre John Cage y Pierre Boulez y puede visitarse en el subsuelo del teatro. 

Rebelde de la composición, figura clave en la estética musical del siglo XX, Boulez impone su revolución y revela la fuerza de la música en todas sus vertientes. Recordándonos en una ciudad de sonoridades exasperantes que la música puede descubrirse en cualquier momento. “Sucede que las orejas no tienen párpados” y muchas veces es una fortuna. La música se declara, se impone y es.

Manuela Rímoli.



* "Sucede que las orejas no tienen párpados", El odio a la música, Pascal Quignard, Buenos Aires, Editorial El cuenco de plata, 2012.

Ficha Técnica

Sonata para piano n° 1 (1946)
Pauli Jämsä, piano

Le marteau sans maître (1955)
Camille Merckx, mezzo-soprano; Alessandro Baticci, flauta; Adrien Boisseau, viola; Manuel Moreno, guitarra; Bruno Lo Bianco, Gonzalo Pérez Terranova y Oscar Albrieu Roca, percusión.

Hotel Claridge 1954 (Sebastián Rivas, 2017, encargo del Centro de Experimentación del Teatro Colón –CETC-)

Sebastián Rivas, compositor/autor; Federico Ransenberg, realizador; Santiago Clancy, programador en Arduino. 

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